Hace setenta años, en 1951, se encontraba en el pago conocido como la Fuente de las Piedras, en las afueras de Cabra una impresionante escultura del dios Mitra representado como tauróctonos, es decir en el momento en que la divinidad sacrifica un toro. Su descubrimiento se produjo de una forma fortuita que es como, con frecuencia, ocurren estas cosas. Sucedió cuando se estaban realizando trabajos propios de una huerta y la reja de un arado se enganchó a una piedra que se encontraba a poca profundidad.
La piedra en cuestión era una soberbia escultura, realizada en mármol blanco y representaba a un personaje tocado con un gorro frigio, en el momento de ofrecer el sacrificio de un toro al que clavaba una daga en el cuello del que manaba sangre en abundancia. En la escultura aparecen tres animales. Se trata de un escorpión que ataca los testículos del animal, una serpiente que le pica y un perro que bebe la sangre que mana de la herida en el cuello
La valiosa pieza permaneció oculta en manos de los propietarios de la huerta donde había parecido hasta que unos meses después decidieron obsequiar con ella a quien entonces era secretario de Ayuntamiento de Cabra, quien valoró la importancia de la pieza. Son muy escasas las representaciones de Mitra encontradas en España y la hallada en Cabra es hasta el momento la única de bulto redondo.
El secretario del Ayuntamiento fue quien hizo entrega de ella, a cambio de una importante suma —treinta y cinco mil pesetas de la época—, al Museo Arqueológico de Córdoba, tras llegar a un acuerdo con quien entonces era su director. Hoy es una de las piezas emblemáticas del Arqueológico de Córdoba, mientras que en Cabra se exhibe una copia de la extraordinaria escultura.
Mitra es una divinidad irania y su religión, el mitraísmo, es anterior en varios siglos al cristianismo y con el que tiene curiosas concomitancias. Como muchas otras religiones de lugares que formaron parte del imperio romano, entró a formar parte del panteón de sus dioses. Su difusión hizo que llegara a amplias zonas de aquel imperio, llevada por soldados integrantes de sus legiones, al mostrarse muchos de ellos devotos de esta divinidad y de sus cultos.
Su hallazgo hizo que, ya a principios de los años setenta, se llevaran una serie de excavaciones, impulsadas por Julián García García, que sacaron a la luz una villa romana que se situó en el siglo III de nuestra era y que terminaría conociéndose como la Villa del Mitra, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 2016. En esas excavaciones aparecieron varios mosaicos —uno de ellos el Triunfo de Baco— y dos esculturas de bulto redondo. Una representando a Eros dormido y otra que representaba a Dionisios, ambas de mármol blanco. Tanto los mosaicos como el Eros y el Dionisios se exponen en el Museo Arqueológico de Cabra, adonde el Mitra tauróctonos acaba de llegar para ser expuesto temporalmente.
Mitra vuelve a Cabra y quedará expuesto en la ampliación que se ha llevado a cabo en el Museo Arqueológico y podrá ser visitado hasta finales del próximo año. Mitra vuelve a Cabra con la pregunta ¿debió salir hace setenta años?
(Publicada en ABC Córdoba el viernes 18 de noviembre de 2022 en esta dirección)